Poco a poco las luces del amanecer van apareciendo
el mar ofrece un espectáculo por el que merece la pena madrugar, sin bañistas, ni toallas chillonas…….un placer.
Cuando ya es irremisiblemente de día, empiezas a descubrir pequeños tesoros, escaleras que acaban en la espuma,
ventanas al mundo de todas las épocas ...............
Cuando aprieta el calor, vuelvo a casa con las pilas cargadas y los pies cansados.
Un paseíto al amanecer es una gran cosa.
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