Según la tradición de la Iglesia Católica, invocar el nombre de Dios en vano es una blasfemia, y ya sabemos cómo trataba la Santa Inquisición a los blasfemos, a pesar de que Dios nunca dio señales de preocupación por el uso más o menos apropiado de su nombre.
Para un político, la población civil, que en definitiva es la que acaba empapelando urnas, (en los países que esto es posible) debería revestirse también de una condición sagrada, y sin embargo es manipulada, menospreciada y masacrada cada vez que hace falta sin que los culpables de semejantes crímenes, den la mas mínima muestra de desasosiego.
Supongo que, para ellos, debemos parecernos a esa gran bola de plastilina que montan los preescolares cuando ya se han mezclado todos los colores, una masa gris-sucia, manejable, maleable y desechable cuando la ocasión lo requiera.
Desde que empezaron los disturbios entre nuestros vecinos de enfrente del Mediterráneo, hay una frase recurrente, fácil de utilizar, que hace las labores de jocker retorico, con el que quedas bien en cualquier ocasión, “la indefensa población civil”.
Ahora mismo es la coartada estrella para masacrar gente en Libia. Esa misma población civil que ha vivido con resignación el mandato de Gadafi y sus viajes, jaima incluida, por todo occidente, donde era agasajado y jaleado con sus nosecuantas vírgenes que tiraban petalillos de flores al paso de los dirigentes. Creo que en esas giras campestres no se hablaba de la “indefensa población civil”.
Esto ha ocurrido con Ben Ali, con Saddam Husein…..y con cualquier dictador que esté al mando de un país donde haya algo que nos pueda interesar, ya dijo Sarkozy en 2008 que él no había ido a Túnez a dar lecciones de gobierno, ya, ya, de eso estábamos seguros, teníamos muy claro que había ido a otros asuntos.
Ahora la ONU (esos simpáticos inoperantes, según Mafalda) da luz verde para un ataque a Libia, las bases militares en alerta, las maquinas de matar puestas a punto y el viceministro de Asuntos Exteriores Libio Khaled Kaaim preocupado por la acción porque es una amenaza para la seguridad del país y constituye una llamada para que los "libios se maten entre ellos", como si eso le hubiera preocupado a occidente en algún momento.
Sería mucho menos épico, pero yo personalmente agradecería que hablaran más claro; verbigracia, un poner: “Señores, vamos a machacar libios para poder mantener nuestra forma de vida, nunca nos ha importado que vivan dignamente, ni que tengan asegurada la subsistencia, la sanidad o la educación, y ahora tampoco nos importa que sobrevivan o no, pero nuestros negocios, ni tocarlos. Así que vamos a pillar unos dineros de la bolsa esa que llenamos entre todos para poner unos barquitos y unos aviones en disposición de ataque y no nos fastidien más de lo necesario.”
Así que por favor, hablen clarito, si de cualquier modo ya sabemos de qué va la cosa, que a mí, como parte de la población civil, irremediablemente indefensa, y aun a riesgo de endiosarme, no me gusta que tomen mi nombre en vano.
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