Muchas
cosas iba a hacer yo esta Semana Santa, a saber: poner la casa un poco al día,
solo un poco, ponerla al día del todo necesita unas vacaciones mucho maaaaaás
largas; escaparme, quizás un par de días a mi provincia favorita, descansar
algo, ir organizando apuntes, navegar, practicar un poco con la moto, pasear
una horita mañanera por la playa………un poco de todo, eso, o lo que diera tiempo.
Y ¿Qué
me ha tocado? Sillón, me ha tocado sillón mañana tarde y noche. Horror.
Reposo
costillero durante horas y horas y días y días………………aaarrrggggg ¡Vaya mierda!
No es
la primera vez que estoy obligada a guardar reposo, es algo con lo que he
tenido que lidiar de cuando en cuando, siempre he tenido recursos para que la
postración no me lleve a la depre y a la conformidad zombie. He hecho planes de
viaje, he leído un montón, me he imaginado multitud de cosas estupendas que iba
a hacer cuando estuviera bien, cuando pudiera recuperar los días perdidos.
Era más
joven y me pensaba que los días perdidos se podían recuperar, tenia taaantos. Esto me recuerda una pizpireta mozuela con la que esperaba el semáforo verde a la salida de urgencias. Lucía un bonito tatuaje en la base del cuello con la leyenda Forever young, yo me imaginaba a la joven con 30, con 40, con 50 o 60 años y su tatuaje......sin young y sin forever, aaaayyyy, angelica.
Ahora
me desespero entre el ordenador y la tele (nota mental, tengo que hacer un
estudio serio sobre la toxicidad de los canales denominados “femeninos”), con
la certeza de que los días perdidos se convierten en fantasmas inasibles fuera
de mi control, y van desfilando sobre mi sillón confundiéndose unos con otros como
en una ristra de anestesiadas procesionarias.
La
sangre pesa, las manos se duermen, las piernas también, el estomago se revuelve
con la medicación, y el aburrimiento me acuna el cerebro. Cosas tan tontas como
cortar pan o lavarse los dientes, duelen.
No sé
si antes tenía más paciencia, o más imaginación para soportar esto, de hecho
creo que ahora tengo más recursos para soportar el paso del tiempo.
Pero
tengo menos tiempo.
