SOBRE LA JUSTICIA, LA DOGMATICA, LA REALIDAD Y OTROS ASUNTOS

Parece ser que cuando uno llega al poder hay dos cosas fundamentales e inexcusables que debe hacer, a saber: cambiar el sistema educativo y meter alguna reforma en el Código Penal.

Hay que moldear las mentes de los futuros ciudadanos a medida de la ideología de turno, hay que modificar su percepción social al modelo imperante y hay que volver locos a los profesores y a los editores de libros de textos…….los alumnos que se jodan y estudien lo que digamos, les sirva, o no.

El que comience el curso con los libros todavía sin salir de la imprenta no es un detalle importante, ya se las apañaran los padres para que los tengan, (eso me ha pasado, lo juro).

Cada reforma educativa empeora la cuestión, cada vez los niños salen de secundaria más ignorantes y más incultos, los informes Pisa siempre nos dejan a la altura del betún cultural. Una vergüenza vergonzosa. 

Lo del Código Penal es pa matarnos mataos. ¿Cómo se decide una reforma de este tipo? Pos nada, sin problemas, a petición popular, que es lo suyo. 

Las políticas a ese respecto, no tienen una función de prevención. No. Simplemente es una forma de complacencia al electorado, al que no se puede satisfacer en otros campos como el económico o el social. 

Tanto es así, que todavía no ha salido la primera hornada de criminólogos españoles con su titulo específico.

Esto que parece una tontería reivindicativa, no lo es. Si para comentar el futbol necesitamos un periodista especializado en deporte, para tomar decisiones de política criminal, necesitaríamos las conclusiones de estudios criminológicos hechos por personas especialistas, básicamente criminólogos, esa gente que no emiten opiniones, sino que se basan en los estudios realizados sobre el tema a lo largo de los años. Lo que viene siendo expertos en la materia. 

Porque criminólogos siempre hemos tenido, y además de los buenos, pero se han tenido que conformar con emular a sacrificados estilitas y predicar en el desierto de la estulticia y la conveniencia política, y por supuesto formarse en otras disciplinas e irse fuera a aprender Criminología. 

Eso sí, de vez en cuando nos cuentan que se ha tomado tal o cual decisión consultando a los expertos, lo que no acaban de decirnos es en que son expertos, tal como salen algunas políticas igual lo son en filatelia o colombofilia, vaya usted a saber.

Ahora nos van a colocar lo de la cadena perpetua, envuelta en un bonito eufemismo diseñado para el caso, que en eso si que tenemos gente muy avezada. Como haya una par de casos Breton más, nos colocan una guillotina en cada rotonda, con su tribuna correspondiente para quien quiera disfrutar de la performance en directo, o igual nos transmiten las ejecuciones en plan reality, todo esto por pura justificación de atender las peticiones ciudadanas. 

Peticiones que hacen algunos ciudadanos previamente lobotomizados, desinformados, jaleados y convencidos desde cualquier púlpito mediático. 

Como madre, al que toque a mi hijo me gustaría ajusticiarlo, a ser posible con mis propias manos, con la tapadera oxidada de una latita de foie-gras. 

Pero, como madre, no me gustaría que mi hijo viviera en una sociedad que imponga la pena de muerte, la cadena perpetua y los ajusticiamientos, en una sociedad oscurantista e ignorante.
Este matiz es importante, es la diferencia entre fantasía y deseo. Todos fantaseamos con ser justicieros implacables, pero en realidad lo que deseamos es una sociedad justa.

Para cualquier nueva ley, nos cantan la milonga de los países de nuestro entorno, y nos cuentan la comparativa. Para estos temas de educación y justicia, silban mientras se miran el ombligo, o los güevos si se tercia. 

Que se pueda encerrar a alguien de por vida, o matarlo, está comprobado que no sirve ni para prevenir ni para demostrar nada, y ademas no es justicia. 

De hecho, repitiendo un viejo aforismo “la justicia, si es lenta, no es justicia”, (de eso nos llevamos la palma) nos damos cuenta de que nuestro problema principal, no está en reformar el Código.

Al final, somos el "país de nuestro entorno” con más cárceles llenas de pobres y condenas largas, y ¿Por qué? Porque no habrá justicia hasta que los códigos sean justos, el sistema eficaz y hasta que todos los abogados sean de oficio para todo el mundo.