Dickensiana especie, condenada a pasar todas las noches de
navidad, pegada a un luminoso escaparate, como
una miserable salamanquesa envuelta en harapos……Pecera templada y
segura, con la monotonía del sonido de las artificiales burbujas, mantra cotidiano y adormecedor…..Malditos duendes campanilleantes de cristalinas risas, vendedores de
espejismos…….Una fiera de babeantes fauces, ansiosa de morder y desgarrar,
gruñe y agrieta los milenarios cimientos de piedra…..Pulmones que gimen como
madera reseca antes de quebrarse……Ese camino de baldosas de papel de plata,
hiriente, destelleante, inmisericorde, que se pierde en el desolado vacio……Como me ves, te verás. Magullados pies
que se arrastran por el rebalaje……Ningún camino te devuelve a casa, ningún puerto
protege de la tormenta, ningún libro se cierra contigo dentro…….La puta lógica,
sigue sin admitir apelaciones……..Sísifo, jadea; agotado, estupefacto, mirando
como la desleal roca, saltarina, atronadora, rueda una vez más, montaña abajo....... Oí a alguien decir, un día, que el tiempo no importa, que nunca había importado.......pero era mentira.
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