PUNTASSO DIVINO


Pues eso, que andaba yo por mi pueblo, avituallándome correspondientemente de cosillas de cuaresma, bacalaos, cebolletas, pan cateto….. cuando me ha dado una bofetada de incienso en las narices.

Localizo la tienda, sin ínfulas de esoterismo espiritual, mas bien podía haber sido una mercería o una tienda de tallas grandes. Cuatro marujis dentro haciéndole cucasmonas a un bebé con pintas de espabilao que tiraba de espaldas y poco más.

Y eso es algo que echo tremendamente de menos.

Desde que mi cuerpo serrano, dolorosamente, activó el programa de no-semana santa, una de mis cosas mas añoradas (aparte del Lacrima Cristhi de la Casa del Guardia esperando el cruce del Mena con la Esperanza y de las cañas del Alaska esperando cualquier cofradía, según el día y la hora) era el delicioso olor a incienso, y allí lo tenía, a mano, sin complicaciones comercio- espirituales en el escaparate.

Bueno si, bolas de cristal, figurillas de hadas erótico-festivas, pero, la normalidad se imponía por encima de todas las zarandajas, que para eso estamos en zona rural…. un inmaculado olor a incienso. No a esas varitas expósitas con pretensiones. A incienso del de verdad, ese que se les quema a los dioses desde que el hombre es hombre, el del gran Amón Ra y el de la Esperanza…..incienso de toda la vida de Dios (jejejejejeje).

Así que nada, que entro, que me rio un rato con el chaval, comparto cuatro frases hechas con las mujeres de por allí (que mira tú con la edad que tiene, que ya te arrepentirás de no habértelo comido, mira el tío como se fija) y le pregunto a la solícita propietaria que es lo que está quemando y cómo. Atenta, encantadora y pragmática, me lo explica, con la misma frescura que si le hubiera pedido una receta de torrijas, y me cuenta lo de limpiar energías negativas con la misma actitud de como sacarle brillo a las catalanas del porche, o de como hacer el potaje de garbanzos, le replico que a mi, lo de las energías negativas, ni fú ni fá, que lo que me gusta es ese maravilloso olor, me contesta que off course, pero que lo queme de dentro pafuera. Pos bueno, pos vale.

Me lo vende, y después de una cocinamarathon con mucha cebolleta, mucho bacalao y mucha miel de caña….me pongo a lavar platos, y me acuerdo del incienso, y lo busco, y lo prendo, y alucino de colores con el olfato, que como todos sabemos es el mas evocador de los sentidos. Y vuelvo a mis Semanas Santas de infancia y primera juventud, y con esto de las evocaciones, me acuerdo que en Egipto compré mirra, que la tengo en una cajita de lata por ahí por algún aparador, escondida entre copitas……..y ya que estamos……..!La leche! Que bien, incienso y mirra……. Wonderfoul ¡Su puta madre! Así, sin oro ni ná.

Nunca ha sido tan gratificante dejar la vajilla limpia.

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